Introducción
Los cuentos han tenido siempre una finalidad pedagógica, es lo que, comúnmente, se llama moraleja o enseñanza moral. En los cuentos actuales, dirigidos a un publico infantil, este aspecto del cuento es mucho más tangible. Aunque los cuentos no, necesariamente, han ido siempre destinado a los niños, ha habido épocas, en el pasado, donde el analfabetismo era la tónica dominante, se utilizaba para instruir al vulgo.
La utilización de los cuentos, fábulas, historias, etc., hacia de los cuentacuentos, narradores, juglares, trovadores, fabuladores, actores... una profesión de futuro. Aunque, no penséis que contar un cuento es algo fácil, eso es un arte, y esos hombres tenían muy alta estima, como artistas que eran.
Conforme la sociedad tomaba conciencia del valor de la educación escolar, y el índice de analfabetización, se hacía más bajo, los cuentos iban perdiendo su labor instructora. De ahí, que en la actualidad, los cuentos se consideran infantiles.
Pero podrán ver, que sólo con hacer unas pequeñas modificaciones, dejan a un lado lo infantil...
Personajes
Lobo feroz: Playboy, hombre maduro, guapo, ligón y que ha tenido muchas aventuras amorosas.
Caperucita: Joven ingenua, guapa y con muy poca (o casi nula) experiencia sexual.
Abuela: Abuela joven, moderna y sexualmente activa.
Leñador: Amante de la abuela.
Cuento
Erase una vez, una chica que tenia por nombre caperucita roja, un día su madre le dijo que su abuela estaba enferma, y que le llevara la comida, Pero le advirtió, que no cogiera por la calle donde estaba el "bosque", una tasca de muy mala fama, donde se encontraban los peores tipejos del pueblo. No quedándose muy convencida la madre, hizo prometer a la niña que no cogería por ahí. Caperucita salió de su casa, con una bolsa del supermercado, llena de fiambreras.
Iba la niña tan ensimismada en sus pensamiento que, sin darse cuenta, cogió por la calle donde está el bosque, El lobo estaba en la puerta del bar, con una cerveza en la mano, cuando se fijo en caperucita, era una joven dulce y muy guapa que, casi al instante, sintió deseos. La miró de arriba abajo, parando durante un momento su mirada en el pecho de la joven y se relamió.
- Hola Caperucita- dijo el lobo- que haces tan lejos de tu casa.
La joven dejó por un momento su absorto pensamiento al oír su nombre y contestó- Hola, voy a casa de mi abuela, que está enferma y mi madre le manda comida.
El lobo sintió un tremendo impulso de tomarla, allí mismo, incluso, si era necesario, forzarla.
-No deberías bajar la calle, allí está cortada- mintió- Están haciendo obras.
-Quizás deberías desviarte por la primera a la derecha y dar un rodeo,- volvió a mentir- o no podrás llegar.
-Ah vale, gracias, eso haré. - se despidió la ingenua.
Lobo la observó hasta que ella cogió por la calle por la que él le había indicado. Acto seguido, se montó en la moto que tenía aparcada justo delante del bar y se dirigió hacia la casa de la abuela de caperucita. No sabía muy bien que iba a hacer y como.
Lobo conocía muy bien a la abuela, había tenido más de un affaire con ella, y sabía que ésta no la dejaría acercarse a su nieta. Pero vivía en las afueras de la ciudad, en un sitio tranquilo, donde él intentaría pensar cual debería de ser su siguiente paso.
Paró la moto a unos metros de la casa de la abuela, y esperó planeando... La abuela escuchó el ruido de la moto, y supo en seguida de quien se trataba. Lobo era siempre bienvenido a su casa, y ellos habían tenido varios encuentros amorosos. Se levantó de la cama y se asomó por la ventana...
Se alegró mucho cuando lo vio subido en la moto, con su chupa de cuero, lo hacía tan sexy... Lo llamó. Él se giró y la vio y pensó " Siempre es un placer ver a la abuela, puedo esperar dentro, le he hecho dar un rodeo muy largo y, encima, he venido en moto".
Entró en casa, y se fundió en un abrazo con la abuela, mientras sus bocas se encontraban en un beso largoooo. No hacia falta más conversaciones, ni más preámbulos, la abuela tiro de él hacia la habitación, donde se quitó el camisón...
Yacían en la cama, desnudos, abrazados, mientras el se fumaba un pitillo, cuando se acordó de Caperucita, la abuela hablaba y le preguntaba por el motivo de la visita, cuando pegó un respingo y se levantó, y ante la mirada perpleja de la abuela se vestía.
- ¿A dónde vas?- preguntó sorprendida.
-Tengo cosas que hacer....- dijo él un tanto esquivo.
-Pero, ¿qué vas a hacer a estas horas?
Y sin pararse un rato en pensar dijo lo siguiente- Voy a ver a Caperucita, que viene para acá y ...
La abuela se levantó irritada y comenzó a gritar al lobo, cuando llegó junto a él, le abofeteó con todas sus fuerzas y se enzarzaron en una pelea, hubo golpes, ruido, etc...
Al cabo de un rato, la abuela yacía inmóvil en el suelo, junto a lobo, que tenia en la mano un objeto, mientras éste reaccionaba, un hilillo de sangre comenzó a correr por la cara. Con la cara descompuesta, Lobo metió a la abuela dentro del armario, cuando de repente oyó la puerta. Estaba a medio vestir, y por error cogió el camisón de dormir de la abuela, se lo puso y pensó "mejor me meto en la cama, y me tapo, para que ella no pueda verme.
- Soy yo, Caperucita- oyó
Y sin saber como dijo- Abre, la puerta está abierta- Fue así como Caperucita entró y se encontró a Lobo en la cama de la abuela, al cual no reconoció pues estaba tapado casi por completo. La niña inició una conversación con la "Abuela". Al ver que la abuela contestaba sólo con monosílabos, observó más detenidamente en la Abuela, y se fijó en las facciones.
Fue así como comenzó la famosa conversación entre Lobo y Caperucita, mas cuando él respondió "para comerte mejor", se abalanzó sobre la niña.
Al poco tiempo, paso por allí el leñador, iba con la intención de ver a la abuela, cuando escuchó jaleo dentro de casa, debido a la relación que tenia con la abuela, tenía una llave de la casa, y vio lo que pasaba....
El resto ya lo sabéis... como en todos los cuentos, los malos tienen las de perder. Espero que os guste y que saquéis la moraleja...
jejeje, que imaginación!
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